Mi Problema Con La Bebida
En realidad, lo esencial del asunto es que beber sangre no sólo me permite perpetuar mi existencia, sino que me procura una sensación diferente a cualquier cosa que pueda ofrecer este mundo. ¿Cómo es? Querida, las palabras no pueden describirlo. Imagina beber el más exquisito champán y la sensación del coito más sensual que hayas tenido, súmale el éxtasis del fumador de opio al darle la primera calada a la pipa, y puede que empieces a hacerte una mínima, infinitesimal idea de lo que se siente al beber sangre del ganado... disculpa, de un ser humano vivo. Los drogadictos modernos mentirán, robarán y matarán por sus pequeños viajes al cielo: el mío es mejor, además me hace inmortal. ¿Puedes imaginar lo que haría para saciar esa hambre? No te molestes en hablar de posibilidades; la verdad es peor de lo que puedas pensar. Y se me considera un caballero entre los de mi especie. Ahora hazte una idea, si puedes, de algunos de mis parientes, los que no son tan educados como yo.
Son capaces de cometer (y cometen) actos en los que prefiero no pensar.
Y aquí estás, pobre mortal, descubriendo lo frágil que es tu existencia.
¿Empiezas a asustarte? Deberías.